RELIGIÓN vs CIENCIA

Solo el hombre tiene la capacidad de tener el concepto de lo “contrario”, blanco-negro, claro-oscuro, bueno-malo, bello-feo, por lo que le es natural que maneje dos conceptos totalmente opuestos como lo es la ciencia con la religión. El fundamento de la ciencia es el experimento, solo “cree” en lo medible, lo que se ve, lo que se oye, lo que se huele, lo que se degusta, lo que se palpa, lo que se pesa. La religión es todo lo contrario, su fundamento es la fe, es el tener la creencia de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, de lo que hasta cierto punto es inexplicable o misterioso para los humanos.

Muchas veces se a tratado de acordar a estos dos conceptos, como cuando los estadounidenses trataron de ajustar la teoría de la evolución con las doctrinas bíblicas en el siglo XIX, o cuando el Concilio Vaticano II fue convocado en 1978 para ajustar los cánones de la iglesia católica con “las nuevas necesidades de un mundo científico y humanista”. Sin embargo, todos los intentos de mezclar la religión y la ciencia han fracasado, o han resultado en extrañas mezclas que solo traen más puntos de vista, más opiniones, más diferentes formas de pensar.

Buscar una “fusión” es verdaderamente difícil y hasta cierto punto absurdo. Esto quedó evidente recientemente en la aprobación de la ley que permite el aborto durante las primeras 12 semanas de embarazo. Los políticos manejaban la problemática del aborto como un asunto político, los religiosos, y no solamente los católicos, decidieron alzar la voz y ponerse en contra de la aprobación de la ley, porque para ellos es un asunto, más que político, espiritual. La ciencia ve al feto como un “producto” mientras que la religión lo ve como un ser humano con espíritu y alma desde el momento en que es concebido. Dichos eventos generaron declaraciones bastante contrarias y que reflejaban cierto nivel de intolerancia.

Otro ejemplo que ha desatado gran polémica alrededor del mundo es el de la Eutanasia. Difícilmente ha progresado la idea de la eutanasia, aunque esta vez se debe más al pensamiento religioso occidental y otras religiones de Asia menor, pues hay ciertas religiones asiáticas y africanas que permiten dar muerte al desahuciado cuando este lo pide. Pero en la mayoría de los casos no se permite la eutanasia pues solo Dios es el que da y quita la vida y solo él debe tener el control sobre esto, por lo que se considera asesinato a la eutanasia. En cambio la ciencia, e incluso también la política, da prioridad a la persona que puede recuperarse, que no tiene alguna enfermedad o padecimiento que lo conducirá a la muerte, por lo que es preferible darle un lugar y una atención mayor de la que se le da por causa de que también se atiende al enfermo desahuciado. Otro ejemplo es la homosexualidad; hay científicos que aseguran que es algo natural y que incluso se nace siendo homosexual, en cambió todas las religiones cristianas y musulmanas dicen que el homosexual se fue haciendo homosexual y que en la mayoría de los casos se debe a que está poseído por un demonio o algún tipo de fuerza espiritual maligna, y por lo tanto es abominación.

Algo que también a quedado por evidencia, es que hay una creciente intolerancia de la ciencia hacia la religión, cuando hace cientos de años atrás la intolerancia era absoluta por parte de la religión, ahora se está invirtiendo esta posición; el error a cometer, por parte de la ciencia, vendría a ser el atacar a la religión o cualquier forma de pensamiento que no concuerda con la ciencia, cosa que ha ido en crecimiento alrededor del mundo. El filósofo alemán Friedrich Nietzsche del siglo XIX, famoso por su filosofía humanista y antirreligiosa, dijo en una ocasión “Si creer en algo tan absurdo como la evolución me deslindará totalmente de la religión, entonces creeré en la evolución”, y no solo Nietzsche, sino también muchos otros filósofos de su época pensaban de la misma manera, y públicamente repudiaban a la religión, filósofos que son de gran influencia hoy en día. La intolerancia solo trae distanciamiento, marginación y una barrera muy difícil de vencer.

Los ejemplos son muchos, los cuales van variando según la época, la cultura, la religión y los ideales científicos y políticos que se dan en conjunto.

En pocas palabras, la fusión entre la religión y la ciencia es virtualmente imposible, pues dicha fusión consiste en que una de las dos partes tendría que ceder, y mientras que haya hombres que crean fielmente en sus convicciones, esto nunca se va a dar en su totalidad.